Hábitos saludables como una alimentación saludable, actividad física regular, consumo de alcohol regulado, control de peso y un buen sueño pueden reducir a largo plazo el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Ante la falta de experiencia en el acompañamiento de enfermedades como el cáncer, muchos seres queridos e incluso compañeros de trabajo pueden querer ayudar, pero no están seguros de cómo apoyar a esa persona que está pasando por esta situación.
A continuación recopilamos algunas recomendaciones de la American Cancer Society:
A la persona con cáncer que conoces, puede resultarle difícil pedir ayuda o puede parecerle vulnerable. Decirle a alguien "eres muy valiente", o "eres muy fuerte" puede poner demasiada presión sobre ellos para mostrarse fuertes o valientes cuando no tienen la energía para serlo. Las familias pueden ejercer presión no intencionada a los pacientes de cáncer cuando esperan o necesitan que sean fuertes todo el tiempo.
La clave es la comunicación. Continúa interactuando como solías hacerlo con esta persona y en lo posible y hablen sobre cómo la persona está sobrellevando la situación y lo que necesita. Pero no sientas que siempre tienen que hablar sobre la enfermedad. Inclúyele en actividades y eventos sociales. Si no tiene ánimos para algo, permítele declinar la invitación, sin juzgar.
Pregúntale qué necesita y deja que él o ella te diga qué es con lo que más le puedes ayudar. Ofrece ayuda específica, en lugar de decir: "Llámame si te puedo ayudar" ofrece ayudar concreta como:
● Lleva y trae a la persona con cáncer a sus citas para tratamiento.
● Envía o prepara una comida.
● Ofrece ayuda con el cuidado de los niños.
● Ayúdale a hacer diligencias, tareas o quehaceres.
● Ofrece tomar sus llamadas si la persona se siente cansada o simplemente no quiere contar de manera repetitiva el avance de su estado de salud.
● Coordina con su aprobación visitas en grupo o el envío de alguna manifestación de apoyo.